Cargado con emotividad, gracia y simpatía escuchamos en esta ocación el mensaje que preparó para nosotros nuestra hermana Andrea Sandoval, pastora, predicadora y evangelista de larga data. La presencia de nuestro Dios Trino fue palpable, escuchamos una prédica con abundancia de sentimientos de amor, esperanza, fortaleza y reflexión donde, a la hora del llamado, los "amigos" presentes dieron un paso al frente y entregaron su vida a Cristo. Dios te siga bendiciendo hermana Andrea. E. L.
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